martes, 11 de junio de 2019

RESONAR DE LA PALABRA - Evangelio según San Mateo 10,7-13

Evangelio según San Mateo 10,7-13.

Jesús dijo a sus apóstoles: 
Por el camino, proclamen que el Reino de los Cielos está cerca.
Curen a los enfermos, resuciten a los muertos, purifiquen a los leprosos, expulsen a los demonios. Ustedes han recibido gratuitamente, den también gratuitamente."
No lleven encima oro ni plata, ni monedas,
ni provisiones para el camino, ni dos túnicas, ni calzado, ni bastón; porque el que trabaja merece su sustento.
Cuando entren en una ciudad o en un pueblo, busquen a alguna persona respetable y permanezcan en su casa hasta el momento de partir.
Al entrar en la casa, salúdenla invocando la paz sobre ella.
Si esa casa lo merece, que la paz descienda sobre ella; pero si es indigna, que esa paz vuelva a ustedes.

RESONAR DE LA PALABRA

Queridos hermanos y hermanas:
Hacemos memoria de Bernabé, considerado hombre «lleno de fe y de Espíritu Santo», que con gran generosidad vendió sus bienes y entregó lo recibido a los Apóstoles para las necesidades de la comunidad (Hch 4,37). El testimonio de quien sigue a Jesús, como el que dio Bernabé (considerado profeta y doctor), puede ayudar a otros a vivir con autenticidad su encuentro con Dios. Recibimos en este día una invitación a revalorizar las actitudes que nos acompañan a la hora de participar en la comunidad, no sólo eclesial sino en la comunidad humana, y si éstas edifican o defraudan. En muchas ocasiones, encontramos a muchos servidores (sacerdotes, religiosos, laicos), con poco Espíritu y mucho clericalismo, que en lugar de motivar al seguimiento ahuyentan a muchos fieles.

El evangelio, por su parte, nos recuerda que Jesús echó a andar, en la comunidad de iguales, un proyecto de dignificación de todas las personas, principalmente de los más desfavorecidos de la sociedad: enfermos, agonizantes, leprosos, oprimidos por toda clase de mal. ¿Cómo mantener viva la causa de Jesús más allá de nuestras prácticas religiosas?

Recordemos que nuestra vida cristiana no puede reducirse a religión sin más o a prácticas de culto, ritos y adoctrinamiento. Estamos llamados, sobre todo, a actualizar el apostolado de la compasión realizado por Jesús, que pasó haciendo el bien, erradicando el sufrimiento de las personas. Comprendemos, así, que el seguimiento de Jesús comienza por la llamada que él hace a cada uno. Una llamada que se transforma en adhesión cuando se reproducen los rasgos de vida que hicieron de Jesús una persona llena de Dios: agraciado, desprendido y disponible. Y así nos quiere Dios, hombres y mujeres, abiertos al discipulado y al seguimiento, alejados del conformismo, del silencio cómplice y sin cobardías.

En palabras del papa Francisco: «Jesu?s mismo es el modelo de esta opcio?n evangelizadora que nos introduce en el corazo?n del pueblo…Cautivados por ese modelo, deseamos integrarnos a fondo en la sociedad, compartimos la vida con todos, escuchamos sus inquietudes, colaboramos material y espiritualmente con ellos en sus necesidades, nos alegramos con los que esta?n alegres, lloramos con los que lloran y nos comprometemos en la construccio?n de un mundo nuevo…» (EG 269). ¿Qué acciones podrían realizar tú y tu comunidad para hacer presente la Buena Nueva de Jesús?

Fredy Cabrera, cmf
fuente del comentario CIUDAD REDONDA 

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