lunes, 10 de junio de 2019

Meditación: Juan 19, 25-34

La Bienaventurada Virgen María, Madre de la Iglesia (Memoria)

Hoy se celebra en toda la Iglesia la Memoria de la Bienaventurada Virgen María, Madre de la Iglesia, según lo decretado por la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos de la Santa Sede. Esta fiesta se celebrará cada año el lunes siguiente al Domingo de Pentecostés, como lo dispone el decreto respectivo:

“El Sumo Pontífice Francisco, considerando atentamente que la promoción de esta devoción puede incrementar el sentido materno de la Iglesia en los Pastores, en los religiosos y en los fieles, así como la genuina piedad mariana, ha establecido que la memoria de la bienaventurada Virgen María, Madre de la Iglesia, sea inscrita en el Calendario Romano el lunes después de Pentecostés y sea celebrada cada año”, dice el documento.

Y añade: “La gozosa veneración otorgada a la Madre de Dios por la Iglesia en los tiempos actuales, a la luz de la reflexión sobre el misterio de Cristo y su naturaleza propia, no podía olvidar la figura de aquella Mujer, la Virgen María, que es Madre de Cristo y, a la vez, Madre de la Iglesia.

“Esto estaba ya de alguna manera presente en el sentir eclesial a partir de las palabras premonitorias de San Agustín y de San León Magno. El primero dice que María es madre de los miembros de Cristo, porque ha cooperado con su caridad a la regeneración de los fieles en la Iglesia; el segundo, al decir que el nacimiento de la Cabeza es también el nacimiento del Cuerpo, indica que María es, al mismo tiempo, Madre de Cristo, Hijo de Dios, y Madre de los miembros de su Cuerpo Místico, es decir, la Iglesia. Estas consideraciones derivan de la maternidad divina de María y de su íntima unión a la obra del Redentor, culminada en la hora de la cruz.”

Recordando luego, al beato Pablo VI (que aún no había sido canonizado), a San Juan Pablo II, además del magisterio de otros pontífices, el Cardenal Roberto Sarah, Prefecto de la Congregación para el Culto Divino señala también que el Papa Francisco ha establecido esta celebración “considerando la importancia del misterio de la maternidad espiritual de María, que desde la espera del Espíritu en Pentecostés (Hechos 1, 14) no ha dejado jamás de cuidar maternalmente de la Iglesia, peregrina en el tiempo.”
“Santísima Virgen María, que aceptaste gozosa la invitación del Padre para ser la Madre de su Hijo, guíame, Madre mía, en la búsqueda de la justicia, la paz y la fraternidad.”
Génesis 3, 9-15. 20
Salmo 87 (86), 1-3. 5-7
fuente Devocionario Católico La Palabra con nosotros

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