Evangelio según San Marcos 6,30-34
Los Apóstoles se reunieron con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado.El les dijo: "Vengan ustedes solos a un lugar desierto, para descansar un poco". Porque era tanta la gente que iba y venía, que no tenían tiempo ni para comer.Entonces se fueron solos en la barca a un lugar desierto.Al verlos partir, muchos los reconocieron, y de todas las ciudades acudieron por tierra a aquel lugar y llegaron antes que ellos.Al desembarcar, Jesús vio una gran muchedumbre y se compadeció de ella, porque eran como ovejas sin pastor, y estuvo enseñándoles largo rato.
Elección: Salomón vs. Jesús
Me temo que Salomón eligió mal. David había elegido mucho más sabiamente: David había elegido el amor. Al final de todo, vemos a David justificado y a Salomón pereciendo en su sabiduría.
La sabiduría sólo puede llevarte hasta cierto punto: es demasiado calculadora, demasiado cautelosa, demasiado prudente. Va a lo seguro, y sabiamente.
Pero es el amor el que salta por encima de los imposibles, con una locura del corazón que la razón nunca podrá comprender.
La sabiduría te dice que Jesús y sus discípulos deberían haber descansado después de una labor tan dura. Jesús mismo sabe que sus discípulos necesitan descansar. Necesitan comer bien, dormir ocho horas, hacer yoga, ir a un chequeo médico cada seis meses. Al fin y al cabo, ¿no tienen por delante largos años de ministerio?
Pero entonces Jesús ve a la multitud. Su corazón se hace cargo. Descansa.
Paulson Veliyannoor, CMF
fuente del comentario CIUDAD REDONDA
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