Evangelio según San Lucas 9,46-50
Entonces se les ocurrió preguntarse quién sería el más grande.Pero Jesús, conociendo sus pensamientos, tomó a un niño y acercándolo,les dijo: "El que recibe a este niño en mi Nombre, me recibe a mí, y el que me recibe a mí, recibe a aquel que me envió; porque el más pequeño de ustedes, ese es el más grande".Juan, dirigiéndose a Jesús, le dijo: "Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu Nombre y tratamos de impedírselo, porque no es de los nuestros".Pero Jesús le dijo: "No se lo impidan, porque el que no está contra ustedes, está con ustedes".
Llegar a la fe
Nunca podremos comprender un misterio, al menos en este lado de la vida; sólo podemos estar bajo el misterio y vivir con él, con una actitud de asombro y entrega dinámica. Esta es esencialmente la lección que nos ofrece el libro de Job sobre el enojoso problema del sufrimiento humano. El libro de Job, uno de los clásicos de la literatura mundial y aclamado por Alfred Lord Tennyson como "el mayor poema de los tiempos antiguos y modernos", nos lleva a través de la profundización de la fe de Job. En la lectura de hoy lo encontramos con cierta ecuanimidad y respuesta catequética ante las tragedias, una respuesta que indica más la racionalización que la fe. (Como veremos en los próximos días, las defensas de Job deben derrumbarse, y lo harán, y lo dejarán completamente desnudo de alma ante Dios, y al final llegará al núcleo de la fe: el asombro, la admiración, la maravilla y la entrega al Misterio.
Paulson Veliyannoor, CMF
fuente del comentario CIUDAD REDONDA
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