Evangelio según San Mateo 17,10-13
Al bajar del monte, los discípulos preguntaron a Jesús: "¿Por qué dicen los escribas que primero debe venir Elías?".El respondió: "Sí, Elías debe venir a poner en orden todas las cosas;pero les aseguro que Elías ya ha venido, y no lo han reconocido, sino que hicieron con él lo que quisieron. Y también harán padecer al Hijo del hombre".Los discípulos comprendieron entonces que Jesús se refería a Juan el Bautista.
El fuego de Elías y Juan
Lo que caracterizó al profeta Elías fue su celo por Yahvé. Ardía de pasión por defender a Yahvé y hacer que los corazones del rey y del pueblo volvieran a Yahvé. Por su celo, desafió al rey, a los profetas de Baal y a toda la población a una contienda en el monte Carmelo e hizo bajar fuego del cielo. Es el mismo celo, pasión y singularidad de propósito que vemos en la vida de Juan el Bautista. El único objetivo de Juan era preparar el camino del Señor, y una vez que el Señor llegaba, se retiraba felizmente, habiendo cumplido su misión. Tal vez nos ayude estar cerca de ellos para contagiarnos también un poco de su fuego en nuestras almas. Lo que la Iglesia necesita hoy son cristianos con una pasión singular por Dios y su pueblo. Pueden ser una minoría, pero como la levadura en la harina, transforman el mundo entero.
Paulson Veliyannoor, CMF
fuente del comentario CIUDAD REDONDA
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