domingo, 18 de abril de 2021

RESONAR DE LA PALABRA - Evangelio según San Juan 6,22-29

 


Evangelio según San Juan 6,22-29
Después de que Jesús alimentó a unos cinco mil hombres, sus discípulos lo vieron caminando sobre el agua. Al día siguiente, la multitud que se había quedado en la otra orilla vio que Jesús no había subido con sus discípulos en la única barca que había allí, sino que ellos habían partido solos.

Mientras tanto, unas barcas de Tiberíades atracaron cerca del lugar donde habían comido el pan, después que el Señor pronunció la acción de gracias.

Cuando la multitud se dio cuenta de que Jesús y sus discípulos no estaban allí, subieron a las barcas y fueron a Cafarnaún en busca de Jesús.

Al encontrarlo en la otra orilla, le preguntaron: "Maestro, ¿cuándo llegaste?".

Jesús les respondió: "Les aseguro que ustedes me buscan, no porque vieron signos, sino porque han comido pan hasta saciarse.

Trabajen, no por el alimento perecedero, sino por el que permanece hasta la Vida eterna, el que les dará el Hijo del hombre; porque es él a quien Dios, el Padre, marcó con su sello".

Ellos le preguntaron: "¿Qué debemos hacer para realizar las obras de Dios?".

Jesús les respondió: "La obra de Dios es que ustedes crean en aquel que él ha enviado".


RESONAR DE LA PALABRA

A veces, al escuchar la Palabra de Dios, una pequeña frase se queda resonando con fuerza en el corazón. Es bueno abandonarse en ella, dejar que resuene, como una campana en lo profundo del valle de tu vida… Los discípulos le habían preguntado, después de tantas cosas vividas junto al Maestro: “¿Qué tenemos que hacer para realizar las obras de Dios?”. En medio de tantas cosas que vamos viviendo, nuestra intención es hacer lo que Dios quiere de nosotros, cumplir su Voluntad, hacer su obra. Por ello le preguntamos también al Señor: ¿qué tenemos que hacer? Pero no es fácil discernir, no es fácil saber cuál sea su Voluntad.

En aquella ocasión, la respuesta de Jesús fue sorprendente. Y lo es también para nosotros. “La obra de Dios es que creáis en el que Él ha enviado”. Lo que Dios quiere es que creamos en Jesucristo. Y ya está. ¿Da lo mismo lo que hagamos con tal de que creamos en Él?

En realidad, no da lo mismo, claro. Pero es que si crees de verdad en Él no va a darte lo mismo hacer o no hacer unas cosas u otras, y no las vas a hacer del mismo modo, ni con las mismas actitudes. La decisión de qué hacer, qué vivir, a qué dedicarte, cómo y con quién hacerlo, sigue siendo de cada cual. La fe no nos quita la libertad de decidir nuestra propia vida, no nos deshumaniza. Todo lo contrario. La fe en Cristo Jesús nos hace plenamente libres. El que cree en él pasa a ser una criatura nueva, renace a la verdadera libertad. En tus manos sigue estando tu propia vida. Pero, hagas lo que hagas, si realmente crees en Él, lo harás de un modo nuevo: amando, olvidado de ti, entregado al servicio de los que más sufren, con una esperanza inquebrantable, sembrando alegría, consuelo, justicia, paz a tu alrededor, construyendo fraternidad…

La obra de Dios es que creamos en su Hijo porque unidos a él construimos comunidad y nueva humanidad, Reino de Dios.

Haz, pues, tu obra en nosotros; alimenta nuestra fe, Señor, para que creyendo de verdad en ti vivamos como Dios quiere de nosotros.

Amen

Javier Goñi

fuente del comentario CIUDAD REDONDA

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